LA EVALUACIÓN UNIVERSAL ¡Claro que con sus excepciones!
ECLIPSE
Por Benjamín H. Yáñez Campero
¡Claro que con sus
excepciones!
Uno
de lo pocos, poquísimos puntos de coincidencia entre los gobiernos, partidos
políticos y sociedad civil en su conjunto, es el que corresponde al valor
reconocido a la educación como motor de cambio, como el camino más directo
hacia el mal llamado “primer mundo”; lo cierto es que la educación además de
ser una de las grandes deudas históricas del país, es sin duda alguna la única ruta
hacia la libertad, autonomía, pluralismo y desde luego hacia una democracia
igualitaria.
México
se ha propuesto llegar a la cobertura universal en lo que a educación básica se
refiere, rubro en el que se ha avanzado significativamente, pero la exigencia
social va más allá; se requiere transformar el Sistema Educativo en general
para elevar su calidad -he aquí el meollo del asunto- los maestros, elemento
toral de este proceso ya que ellos inciden directamente en la formación de los
educandos, por lo que resulta indispensable saber cuales son sus habilidades y
capacidades actuales, así como el nivel de actualización al que han tenido
acceso y de que manera lo están aplicando en beneficio personal y del sistema
en particular, motivo por el cual es indispensable realizar evaluaciones
recurrentes de esas habilidades, destrezas y conocimiento.
Hasta
ahora, esta este tipo de evaluación ha sido voluntaria, lo que implica que solo
unos cuantos mentores la han presentado, el resto encubiertos en la mediocridad
y proteccionismo sindical han hecho del magisterio un coto de poder, prebendas
y moneda de cambio para el mejor postor en menoscabo de la calidad educativa.
Esos poco maestros con vocación de servicio y compromiso con la educación
presentan su evaluación a través del Programa Nacional de Carrera Magisterial y
de los Exámenes Nacionales de Actualización de Maestros en Servicio, y a pesar
de esta voluntad individual, el Sistema Educativo mexicano no contemplaba un
esquema universal que permitiera diagnosticar las competencias profesionales de
los maestros y mucho menos su desempeño.
Para
subsanar estas deficiencias, en mayo del 2011, la Secretaría de Educación
Pública (SEP) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación /SNTE)
suscribieron el “Acuerdo para la
Evaluación Universal de Docentes y Directivos en Servicio de Educación Básica”
a partir de este acuerdo las evaluaciones adquirieron obligatoriedad y deberán
realizarse cada tres años empezando con los maestros de escuelas primarias este
2012, año electoral dicho sea de paso por todas la implicaciones políticas que
conlleva, secundarias 2013 y 2014 preescolar y educación especial, con la firma
de dicho acuerdo se evaluara tanto a los docentes frente a grupo, como a todos
los directivos involucrados en la educación básica, para identificar plenamente
la realidad; el donde estamos parados en materia de educación y así trazar el
rumbo a seguir en materia de políticas públicas y contenido de los programas
educativos para se refleje en el aprendizaje de los propios alumnos y en el
mejoramiento del Sistema en general.
Ahora
bien, del dicho al hecho…hay mucho trecho,
tras el inicio formal de las campañas, la mediocridad generalizada en el
magisterio, el carácter “hereditario” de las plazas, la opacidad en la
información tanto de la SEP, como del SNTE y la conveniente volubilidad, por
así decirlo, de la dirigente sindical que amago con la “imposibilidad de
aplicar la evaluación este año”, a pesar de haber firmado el acuerdo, aceptado
las fechas para realizarla y que la SEP aseguró que existían las condiciones
para que la Evaluación Universal a 550 mil maestros del país se realice en
junio, y que para ello dispone de una bolsa de 400 millones de pesos, la profesora
Gordillo dijo simplemente “este año no”, argumentando que se afectarían los derechos laborales
y la estabilidad laboral de los trabajadores de la educación o en el colmo del
cinismo como los mentores que llegaron amparase en contra de la Evaluación
Universal ante un Juez Federal que les concede sin pena ni gloria el recurso
legal, lo
que por supuesto levanto un sinfín de suspicacias y reacciones como la de López
Obrador que nos iluminó al asegurar
que “el probleia educativo en México no son los maestros, sino la corrupción”,
y desde luego que ese es uno de los principales problemas, pero la corrupción al
interior del magisterio -léase los maestros- y que decir de Vázquez Mota, que afirma
que “oponerse a la evaluación de los maestros es oponerse a que les vaya mejor” y yo
digo deja que les vaya mejor a ellos que eso estaría bien, que le vaya mejor a
México y eso estaría mejor; o bien la de Peña Nieto que sentenció
`iplomáticamente: “es lamentable que una acción acordada, como es la evaluación
de los maestros, no sea realizada”, ¿pues que no entiende? que para la
dirigencia sindical, su (de propiedad) sindicato es solamente un medio para
alcanzar sus fines( que ese sindicato es una mercancía en un aparador esperado
ser comprada por algún incauto o necesitado y por ultimo, pero no por eso menos
significativa, meritoria o de tomarse en cuenta, la del Maestro (de grado, no
magisterial) Quadri que a pesar ser el abanderado del “brazo político” del SNTE,
y que parafraseando el poema Reto del maestro (por maestría) Luis Flores; “…con temor, casi con miedo…” dijo “no
sé lo que opine el SNTE, pero yo opino que es necesaria una evaluación
universal”, pues más le vale que no siga en ese nivel de desconocimiento ya que
en el momento que se entere la dueña del
partido lo que declaró, hasta la candidatura le anda costando. En resumen los
cuatro pusilánimes, con una tibieza abrumadora, con una falta total de compromiso,
de agallas, de valor cívico, que desde la tribuna que tienen, podrían y no solo
eso deberían de opinar y así influir y demostrarle a la ciudadanía su verdadero
compromiso con México.
Lo
que es cierto y sabido por todos, lo que es un secreto a todas voces, es que la
gran mayoría de los maestros en nuestro país han sido victimas de sus propias
limitantes, que se convirtieron en presa fácil del conformismo y que
privilegiaron la mediocridad personal; orillándolos a otras de todo tipo, como
la salarial, la de imagen pública y respeto o bien la de estar a merced de
traficantes de influencias envestidos de lideres y lideresas que por
generaciones los han sacrificado como a doncellas precolombinas, que los
utilizan en la medida de sus propios caprichos y conveniencias o a lo sumo de los
intereses que en ese efímero momento representan.
México
requiere de una educación de calida`, que siembre en nuestra niñez el hambre
libertadora, que los libere del yugo de la marginación y los catapulte al
alcanzar sus más caros anhelos y en ese afán hagan de nuestra Patria el lugar
que por antonomasia nos merecemos.
¡Simplemente SI, a la
evaluación de los maestros!
El Morral
del Ciego:
Mis
queridísimos niños y niñas, sin importar la edad que tengan, reciban mi cariño
y agradecimiento; cada uno de ustedes es sin duda el mejor de los maestros, su
franqueza y honestidad, su espontaneidad y transparencia, su incondicionalidad
y permanencia los hacen invaluables…aprendamos de ellos. Y para los mayores o
los que tienen la fortuna de ser padres o madres o simplemente para quienes
tienen la suerte de tener un infante cerca, no rehúyan al compromiso de
orientar y no reprimir, de gestar emprendedores y no empleados, de promover
valores que abonen a un crecimiento sano, libre de violencia o explotación, sin
olvidar que una de las más grandes máximas es el ejemplo, nuestra niñez es lo
que ve en casa, son el reflejo de lo nosotros somos y trasmitimos, no
permitamos que nadie abuse o lastime un menor.
¡Feliz día del niño!
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