ORO OLÍMPICO... ¡Bálsamo para la Patria!
ECLIPSE
Por Benjamín H. Yáñez Campero
ORO OLÍMPICO…
¡Bálsamo para la
Patria!
Existen
un sinfín de posibilidades para entrarle al tema de las medallas olímpicas que
ganara o no México en la recién terminada justa veraniega, desde aquellas
bastante criticas, como le gusta al de la pluma y que pudiera escudriñar sobre
el costo por medalla, en base a los casi 5 mil millones de presupuesto que se
le otorgo en este ejercicio presupuestal a la Comisión Nacional del Deporte
(CONADE) o los 7 mil 31 millones de pesos que tendrá para el siguiente
ejercicio, lo que nos hablaría así a simple vista que la medalla de oro costo
en números redondos, 1 mil 249 millones de pesos, cada una de las tres de plata
833 millones de pesos y cada una de las también tres de broce 416 millones de
pesos, obviamente dinero de ustedes y mío o sea de los contribuyentes, pero la
verdad eso me parece un tanto mezquino.
Pero
también le podríamos entrar al tema desde algún otro ángulo que nos facilite la
utilización de los números, que al mismo tiempo nos dé la oportunidad de darles
una justa dimensión, pero desde la otra cara de la moneda; son 30 deportes
reconocidos más subespecialidades, como en el caso de la Gimnasia, Ciclismo,
Nado o bien o Voleibol; lograron su pase a Londres solo 10 mil quinientos
atletas aproximadamente, de un total de 204 nacionalidades, de los cuales solo
79 tuvieron la fortuna de subirse al podio en al menos en una ocasión; del
total de 964 medallas entregadas en Londres, México se queda con seis, ¡ah!
verdad que los números pueden ser nuestros aliados.
Y
así podría yo seguir en mi loco afán, pero la verdad, la neta, es que prefiero solo reconocer el valor y la entrega
personal de cada uno de los atletas olímpicos, de cada uno de los hombres y
mujeres que integraron la delegación mexicana que llegaron a esa justa olímpica,
más por méritos propios y el sacrificio de sus familias, que por una política
integral de la CONADE en la materia; son el producto única y exclusivamente del
esfuerzo personal, son sin duda alguna la mezcla exacta de corazón y
perseverancia, son el resultado de un arduo trabajo y hambre de destacar, de
hacer bien las cosas, de comprometerse con uno mismo, con sus ideales, ambiciones,
sueños o proyectos.
Son
ejemplo para el mundo entero, dedican su vida a la excelsa tarea de construir un templo en cada uno de
sus cuerpos, forjan su mente y templan su carácter como al mismísimo acero;
hacen de su convicción una rutina, y de su rutina una forma de excelencia…después
de todo esto, el resultado cuantificado en metros, canastas, dianas, puntos,
goles o bien medallas es meramente un ejercicio matemático, ellos están más
allá del bien y del mal, son parte del Panteón (del Griego “lugar de todos los dioses”), de la historia misma, del
legado de una Nación, son héroes que logran hacer que el mundo gire o se
detenga para ver sus proezas, para ver con ojos de admiración e incredulidad la
facilidad con que logran tirase un clavado, hacer uso de las barras paralelas,
nadar como los mismísimos delfines, saltar alturas in sospechas, correr,
levantar el triple de su peso corporal, en fin hacer de su cuerpo una
herramienta de precisión milimétrica. Pero no conformes con ser de ese reducidísimo
grupo que puede lograr clasificarse para una Olimpiada, llevan su cuerpo a límite,
su concentración al máximo y su determinación a niveles que nosotros los mortales no tenemos ni idea
y además de todo obtienen una medalla, eso ya raya en lo sublime.
Y
no solo eso, sino en el caso especifico de México -con todos sus problemas,
carencias y frustraciones- con la consecución de cada una de las primeras seis
medallas obtenidas, fueron frotando un bálsamo mágico que nos hizo soñar, incrédulos
aún pero esperanzados; pero con la obtención de la de Oro, la vida cambio, se
desbordaron las pasiones, se olvidaron los años de frustración, de penaltis
fallados, paso a ultimo termino el costo de la canasta básica o la inseguridad
de la colonia; existe ahora un antes y un después de esa medalla, se acabaron
las críticas, incluidas las mías, ya no más “ratones verdes”, ni un “ya merito” más, ni mucho menos un “jugaron
como nunca, pero perdieron como siempre”, nos callaron la boca y para muestra
un botón; un sí se puede y si se pudo, un aquí está el ejemplo cuantos lo vamos
a seguir, un referente de vida para las nuevas generaciones que no tienen ni en
la memoria histórica ni mucho menos en el imaginario presente el estigma de la
derrota…México es grande en todos los sentidos, comprometamos como nuestros
atletas a dar la cara por él.
¡Que vivan los Atletas Olímpicos de México!
El Morral
del Ciego:
El Morral el siempre ese espacio donde me permito un poco
más, donde pongo esa frase que me hizo falta, pero en esta oportunidad prefiero
dejarlos con ese buen sabor de boca que nos provocaron las Medallas Olímpicas,
con ese impulso que nos comprometerá con nosotros mismos, con ese instante que
nos dejo más que una cruda
severa, un espacio de reflexión, ya habrá tiempo de hablar de
locuras de “complots” o de tarjetas de Soriana o bien si lo prefieren de “refundaciones”
partidistas.
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